Las normas de tratamiento se adecuan a la condición clínica del individuo, sus factores de riesgo para mala evolución y la disponibilidad de recursos. Es importante remarcar que éstas y otras recomendaciones se dan en un escenario particular que depende de muchos factores, tanto virales, inmunológicos, epidemiológicos y de acumulación de conocimiento sobre fármacos conocidos o el desarrollo de nuevos. Por lo dinámico del contexto, es de esperar que algunas estrategias terapéuticas van a modificarse con el tiempo.