Adolfo Rubinstein, secretario de Gobierno de Salud de la Nación, presidió una ceremonia que reunió a los equipos técnicos y profesionales y autoridades nacionales involucrados en el trabajo que concluyó con la contención del brote de hantavirus que comenzó el 2 de noviembre y tuvo foco en Epuyén, en la provincia de Chubut.
En la ocasión el funcionario agradeció a los actores que se desempeñaron en la labor mancomunada desde las distintas dependencias y direcciones de la Secretaría de Gobierno de Salud: la Subsecretaría de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles; la Dirección de Epidemiología; la Residencia de Epidemiología; la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos Malbrán”; los hospitales 'Prof. Dr. Juan P. Garrahan' y El Cruce. “A ellos y a los diferentes articuladores que trabajaron para aportar conocimiento técnico y experticia, tanto desde Buenos Aires como desde el campo, les repito que hemos evitado una tragedia.”
Además el funcionario se refirió a la importancia en el desempeño de cada uno de los equipos, que abarcó desde la colocación de cabinas de aislamiento en Epuyén, el apoyo que se le dio a las provincias (Chubut y Río Negro) hasta estudios técnicos de secuenciación genómica que confirmaron la hipótesis de la transmisión interhumana. “La mayoría de los que estamos aquí estuvimos en terreno trabajando muy bien con los equipos provinciales de Chubut y Río Negro. Pero ya fuera en terreno como desde Buenos Aires estuvimos a la altura de las circunstancias, Se trabajó integradamente con dedicación y compromiso y el resultado nos dio muchísima información para saber a qué atenernos en el futuro”, concluyó Rubinstein.
En el mismo sentido Mario Kaler, secretario de Promoción de la Salud, Prevención y Control de Riesgos, enfatizó en la ganancia de conocimiento adquirido a partir de esta experiencia. “En ustedes felicitamos a los que han trabajado en el brote de Epuyén porque han dejado capacidad instalada en cada uno de los rubros en los que cada quien ha actuado. Y a diferencia de aquel brote de 1996 donde quedó poca gente a la cual recurrir para conocer su experiencia, ahora son muchos quienes guardan saber para compartir haya o no un brote de características similares en el futuro. Creo que esto ha sido un aprendizaje para todos”, afirmó.
“Destaco el orgullo por este equipo. Estar en Epuyén fue bastante difícil al principio. Para los residentes fue una experiencia única y va mi felicitación porque trabajaron a diario de las 7 de la mañana a las 23 hs; luego al equipo de la Dirección Nacional de Epidemiología, que estuvo en momentos de incertidumbre inicial y a quienes trabajaron en el hospital de Esquel, por nombrar a algunos. Esto fortaleció el equipo de control de infecciones y dejó capacidades instaladas no sólo desde el tratamiento sino del diagnóstico, en este último caso gracias al trabajo de ANLIS”, definió Miriam Burgos, subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles.
Antes de concluir Claudia Perandones, interventora de ANLIS, subrayó que “para nosotros fue un aprendizaje y una prueba, testear al límite y en simultáneo a todos los equipos permanentemente. Comprobamos que tenemos un equipo que responde con nivel académico, profesional, pero sobre todo personal”, dijo sobre los que se desempeñan en las tareas del laboratorio que realizó estudios que confirmaron el mecanismo de transmisión por secuenciación completa del genoma viral, utilizando tecnología de nueva generación y descubriendo un porcentaje de identidad genética de 99,9 por ciento entre todas las secuencias de los casos del brote analizadas.
Por último la directora nacional de Epidemiología y Análisis de la Situación de Salud, Patricia Angeleri, se sumó al destacar las cualidades de los profesionales involucrados en la labor en Epuyén: “Los equipos aquí representados trabajaron sin horario codo a codo y en el trabajo cara a cara con los pacientes, lo cual fue un desafío muy importante. Dimos muestra de que se puede hacer y que podemos crecer juntos”, definió.
Además de los ya mencionados, en el homenaje estuvieron presentes profesionales del área de Vigilancia, Sala de situación, Coordinación de zoonosis, Coordinación de Alerta y Respuesta, todos de la Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de la Situación de Salud; profesionales de ANLIS; Mabel Nogueras, directora del hospital Muñiz en representación de Ciudad de Buenos Aires; Sandra Lambert, Lidia Spinola y equipo de profesionales del hospital El Cruce; Fabiana Bistoco y equipo de Control de Infecciones del hospital Garrahan; Pía Machuca y Sergio Cerini de la Sociedad Argentina de Infectología y residentes de Epidemiología, entre otros.