Los pacientes con neoplasias hematológicas y tumores sólidos presentan diferente tipo y severidad de inmunocompromiso, ya sea por su enfermedad de base o por los tratamientos que reciben. Las infecciones representan las complicaciones más frecuentes y determinan una morbimortalidad significativa. Estos pacientes presentan alteraciones de las principales barreras de defensa del organismo. Las más importantes son el déficit en la fagocitosis y la disrupción de la integridad de la mucosa intestinal asociada a las drogas quimioterápicas.
La neutropenia febril es una de las complicaciones infecciosas más frecuentes y prácticamente común a todos los pacientes. Sin embargo, el continuo avance de los tratamientos antineoplásicos [terapias target, inmunoterapia, diferentes procedimientos de trasplante de células progenitoras hematopoyéticas (TCPH), etc.] ha determinado que, además, muchos pacientes con cáncer presenten riesgo elevado infecciones severas aún sin neutropenia.