Su objetivo es reflejar el estado actual del conocimiento sobre la terapia antirretroviral y adaptarlo a la realidad global de nuestro país, constituyendo una herramienta de consulta para los y las profesionales de la salud que trabajan en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la infección por VIH.
El consenso se somete a revisión cada dos años. Sin embargo, también se podrán realizar actualizaciones provisionales si existiesen cambios importantes que lo ameriten.