La alteración de las enzimas hepáticas es frecuente en pacientes con enfermedad por COVID-19, sin embargo se desconoce si SARS-CoV-2 es capaz de provocar daño por sí mismo.
Un estudio reciente de un hospital general de Beijín, describe las características clínicas y las manifestaciones patológicas en hígado de pacientes con COVID-19 que presentaban enzimas hepáticas alteradas
Se compararon características clínicas y niveles elevados o no de aminotransferasas en 156 pacientes de dos centros de China. Se obtuvieron biopsias hepáticas post mortem de dos casos que presentaron aumento de dichas enzimas, e información sobre patrones de insuficiencia hepática por microscopía electrónica (ME), inmunohistoquímica, y otros estudios patológicos.
Se observó que 64 de 156 (41.0%) de los pacientes tenían aumento de transaminasas y como hallazgo se identificaron partículas de coronavirus típicas como la espiga estructural en el citoplasma de hepatocitos por ME en dos casos.
Los hepatocitos infectados por SARS-CoV-2 mostraron inflamación mitocondrial, dilatación del retículo endoplásmico, e histológicamente hepatocitos binucleares y apoptosis hepática masiva. Tomados en conjunto éstos hallazgos de ME e histológicos indican una lesión viral típica.
Concluyen en este estudio, que la infección por SARS-CoV-2 en hígado es una causa crucial de insuficiencia hepática en pacientes con COVID-19.
Sin embargo, es interesante contrastar esta carta en la revista The Lancet titulada: “COVID-19 y el hígado, escasos motivos de preocupación” donde se comenta un estudio en China, con gran número de pacientes COVID-19 donde se mostró que la prevalencia de transaminasas y bilirrubina aumentadas en enfermos graves era al menos, el doble que en otros. Aunque la disfunción hepática clínicamente significativa no se cuantificó, este y otros estudios han llevado a algunos a sugerir que este hallazgo podría presentar desafíos clínicos para nuevos estudios.
Si bien se ha propuesto que la enfermedad COVID-19 causa daño hepático directo a través de una hepatitis viral, según este análisis, se creen que hay explicaciones alternativas. La alteración de la función hepática generalmente es leve y en segundo lugar que haya mayor alteración asociada con enfermedad grave.
En este estudio la única biopsia hepática post mortem de un paciente con COVID-19 solo mostró esteatosis microvesicular, un hallazgo común en la sepsis.
Otros virus respiratorios producen elevaciones similares de los biomarcadores de la función hepática, por esta razón se cree el daño hepático se relaciona con las interacciones inmunes que involucran células T citotóxicas intrahepáticas y células de Kupffer. Este fenómeno aumenta y disminuye en paralelo con enfermedad viral respiratoria y en ausencia de replicación viral hepática, lo que podría explicar por qué no se observaron peores valores en pacientes con enfermedad hepática crónica y COVID-19.
Si la infección por SARS-CoV-2 puede o no provocar daño hepático per se permanece desconocido.
Referencias:
SARS-CoV-2 infection of the liver directly contributes to hepatic impairment in patients with COVID-19. Journal of Hepatology. https://doi.org/10.1016/j.jhep.2020.05.002
Clinical characteristics of 2019 novel coronavirus infection in China. N Engl J Med 2020; (published online Feb 28.) DOI:10.1056/NEJMoa2002032
COVID-19 and the liver: Little cause for concern. The Lancet Gastroenterology & Hepatology Volume 5, Issue 6, P529-530, June 01, 2020