Desde la llegada de la pandemia COVID-19, un extraordinario flujo de información ha hecho cambiar los aspectos sociales y financieros de mundo. El cirujano cardiovascular al igual que sus colegas del equipo multidisciplinario ha tenido que adecuarse a las nuevas circunstancias conforme a la llegada de nueva evidencia científica y reformular los procesos relacionados con la especialidad.
El cirujano cardiovascular deberá asumir una activa posición de liderazgo, evaluando los criterios para intervenir sus pacientes, modificar las tradicionales modalidades de trabajo en los procedimientos e intercambiar la experiencia acumulada en esta crisis.