La pandemia de SARS-CoV-2 nos enfrenta con la necesidad de adaptar los mecanismos habituales de toma de consentimiento informado para la participación en una investigación clínica. Debido al aislamiento en el que se encuentran los pacientes con COVID-19, puede resultar desafiante realizar un proceso de consentimiento informado en las condiciones usuales. Es importante tener en cuenta que el proceso se diseñe acorde a la situación de los afectados y enfatizar sobre la diferencia entre investigación y atención médica.